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lunes, 16 de noviembre de 2009

¿Dulces tóxicos? El Malvabón.


Los que somos más viejos, o de fuera de Jalisco, conocemos ésta golosina en otras versiones fabricadas por otras marcas. Malvavón es una porción de 22 gramos de malvavisco, dulce jalea de fresa y cubierta de chocolate... ¡rico! Su elaboración es responsabilidad de Dulces de la Rosa, empresa de gran tradición en Jalisco, se precia de elaborar una gran variedad de dulces y golosinas empleando materia prima de excelente calidad.
¿Qué tan veraz es la etiqueta del Malvavón? ¿Contiene ingredientes cuestionables? Éste es un comentario largo, así que les pido paciencia. Vamos entonces a echarnos un clavado en su envoltura y la información que nos ofrece...

La información al consumidor.
El subtítulo, como se aprecia en la primera foto, habla de "malvavisco, jalea con fresa natural y ¡chocolate puro!" En ése orden, comencemos por el malvavisco. Yo no soy lo suficientemente vieja como para saber de qué se hacían los malvaviscos originalmente, aunque la información que tiene la Wikipedia sobre los malvaviscos habla al respecto. Ya hablaremos de éste componente al analizar los ingredientes, junto con el "chocolate puro".
La descripción de la jalea da pie para la primera duda, pues no tiene el mismo efecto semántico decir que fue elaborada DE fresa, a decir que CON fresa. La primera preposición implica que se incluyeron otros ingredientes aparte de la fresa. Y aún más... ¿hay otra fresa que no sea la natural? Una redundancia como ésta me hace pensar, como dice el dicho, que "explicación no pedida, acusación manifiesta". Y mientras sigo escribiendo, me sigo riendo... ¡fresa natural, por Dios!
Pasemos entonces a revisar los ingredientes.

Los ingredientes.
El empaque lista por separado los ingredientes de cada componente de esta golosina.


Para la jalea: glucosa, azúcar, mermelada de fresa, grenetina, ácido cítrico, saborizante artificial, pectina y colorante rojo allura AC. El primer pero que ponemos es que esto no es una jalea, ya que éstas no son otra cosa que jugo cuajado de fruta. Además, los demás ingredientes dejan mucho qué desear...
  • No conformes con la glucosa, también agregaron azúcar. Diez gramos de los 22 totales corresponden a los carbohidratos relacionados con azúcares, según el cuadro de información nutricional. ¡Es muchísima azúcar! [4]
  • La mermelada de fresa no presenta ningún riesgo, pero sí habría que preguntarse por la necesidad de procesar varias veces la misma fruta. Sería mejor emplearla fresca, o pedir al proveedor de la mermelada que provea jalea, y podrían ahorrarse el resto del proceso.
  • La grenetina y la pectina me provocan las mismas preguntas que la glucosa y el azúcar... ¿para qué incluir los dos, si uno es suficiente? La más obvia es abaratar costos, y éso me ofende como consumidor, pues prefiero pagar un producto más caro, pero de mejor calidad.
  • El ácido cítrico, como ya hemos dicho en otras reseñas, se agrega como conservador y acidulante. Preferiríamos unas gotas de jugo de limón...
  • ¿Saborizante artificial? ¿Pues a qué sabe la mermelada de fresa de su proveedor... a cebolla?
  • Finalmente, el más criticable de todos es el rojo allura, también conocido como rojo 17, E129 o C.I. 16035. Junto con otros colorantes es considerado detonante y agravante de los síntomas del Trastorno por Déficit de Atención en todas sus variantes. [1] [2]
Para el malvavisco: azúcares, glucosa, grenetina, harina de trigo, almidón de maíz, saborizante artificial y propionato de sodio.
  • ¿De nuevo azúcar y glucosa? [4] Toda una bomba de hiperactividad... pero bueno, se requiere de un azúcar y un gelatinizante para la elaboración del malvavisco.
  • La harina de trigo y el almidón de maíz se han agregado en sustitución de la clara de huevo, que es el ingrediente tradicional para elaborar malvaviscos. ¿Por qué? Porque son más baratos y requieren menos esfuerzos de conservación. Sin embargo, han agregado propionato de sodio, que es un conservador que evita la formación de hongos, como se explica aquí.
  • El riesgo que implican las harinas y almidones estriba en que, para lograr un color blanco y uniforme en el producto, se blanquean con cloro... substancia que hoy en día es reconocida como tóxica y cancerígena.
  • ¿Qué saborizante emplearon? Dudo mucho que sea vainilla. Seguramente usaron vainillina, que es sintética y... ¡claro, es más barata!
Para el chocolate: azúcar, manteca de cacao, licor de cacao, leche entera, cocoa, extracto de malta, saborizantes artificiales y sal yodada.
  • ¿Más azúcar? Estoy sin palabras... [4]
  • Separar la manteca de cacao y la cocoa habla de que no están empleando granos de cacao directamente, lo que implica un paso más de proceso de los ingredientes que resulta totalmente innecesario. La molienda del cacao tostado da por resultado una pasta grasosa que se considera chocolate puro. [3]
  • Si agregaron leche entera, entonces ya es chocolate de leche. [3]
  • ¿Saborizante artificial? Sin comentarios, ofende la inteligencia de cualquiera...
  • ¿Sal? Se agrega para acentuar sabores, lo que sería innecesario si realmente fuera chocolate puro.
No hay más que decir. Si no es simplemente cacao tostado y molido, NO ES CHOCOLATE PURO. Y honestamente, no estoy segura de querer dar licor de café a mis hijos... ¡cómo si todos los otros compuestos artificiales no hubiesen ya sido suficientes!

Otras referencias.
Otros documentos que pueden resultar interesantes para comprender lo expuesto aquí son:
  • [1] Descripción del Rojo allura AC, en aditivosalimentarios.com
  • [2] Descripción del Rojo allura AC en 3dchem que incluye una lista de los países que lo tienen prohibido para el consumo en alimentos y/o para niños. (en inglés)
  • [3] Artículo sobre el chocolate en Wikipedia que explica el proceso al que se somete a los granos de cacao para elaborar chocolate, y lo que en realidad es la cocoa.
  • [4] Sugar: easy greening! de Melissa Breyeren Care2.com, sobre la importancia de cambiar a endulzantes menos procesados, y el impacto ambiental de ésta decisión.

sábado, 14 de noviembre de 2009

¿Dulces tóxicos? El Miguelito... ¡pirata!

21 de noviembre - ¡Ojo! He reeditado esta nota luego de caer en cuenta de que el producto aquí presentado es pirata.

¿Quién, que viva en México, no comió un Miguelito en su infancia? Cinco gramos de fabulosa mezcla de chilito, azúcar y sal... o al menos ése es el recuerdo de muchos de nosotros. Pero los tiempos cambian, las formas de producir y comercializar evolucionan, y la Fábrica de Dulces Miguelito clama producir un dulce de gran tradición... que además, es copiada con estándares de calidad dudosos.
El producto que se muestra en estas fotografías es una copia pirata del Miguelito original, presentado de forma que confunde al consumidor intencionalmente.
Gracias a los comentarios que pueden leer más abajo es que podemos analizar no sólo los ingredientes de éste producto, sino también los elementos que nos ayudarán a reconocerlo como una mala copia.

La historia del Miguelito.
Originalmente, Miguelito era pulpa enchilada de fruta que Don Valente González vendía por las calles de la ciudad de México. Antes había trabajado en una empresa que fabricaba y vendía pulpa de fruta, y al ser despedido por un recorte de personal en 1971, decidió emprender. Tan sólo tres años después apareció el Miguelito en polvo y el de sabores (que después otras empresas copiarían como los conocidos Brinquitos).
¿Pero cómo distinguir ésta copia pirata del producto original? Analicemos...
Primero que nada, el frente del producto pirata presenta un cupido de pie, con las piernas abiertas y apuntando su flecha hacia el lado izquierdo. El producto original muestra, en cambio, un cupido en vuelo, con las piernas recogidas y apuntando hacia el lado derecho. Podemos ver también en las fotos cómo se reprodujo la tipografía, y sólo se observa como evidencia el sello "R", en lugar de "MR" que sería el correcto.
Finalmente, aunque las fotos aquí no me ayudan, los datos del fabricante no son correctos. El producto pirata declara a un José de Jesús Zúñiga Canuto como responsable de la elaboración del Miguelito, mientras que los originales presentan la leyenda "Fábrica de Dulces Miguelito".

Los ingredientes de la copia pirata.
El empaque anuncia la golosina como "Miguelito. Azúcar enchilada, salada y acidulada." No es difícil imaginar que es una mezcla de azúcar, sal y chile en polvo pero... ¿y la acidulada? Podrían haber agregado limón... ¿deshidratado, en ralladura? Evidentemente aquí no todos los ingredientes son naturales...
El reverso del empaque anuncia azúcar, say yodatada, ácido cítrico, dióxido de silicio, chile piquín molido y harina de soya. ¿Para qué son los ingredientes que hemos marcado en cursivas?

El ácido cítrico es un ácido orgánico que se agrega como aditivo, es decir, para facilitar el proceso de elaboración y/o conservación. En este caso, también se agrega como acidulante. El único pero que podríamos poner a éste ingrediente es que, aunque sea de origen natural, separarlo del jugo del cítrico del que se extrajo le quita el resto de las propiedades nutritivas... sería mejor agregar jugo de limón deshidratado, en última instancia.
El dióxido de silicio se agrega para que el polvo no se humedezca y se apelmace... ¡pero no es comestible! Su ingesta es de riesgo bajo, pero su inhalación produce a largo plazo una enfermedad oncológica llamada silicosis.
La harina de soya no tendría en principio ningún problema relacionado con la toxicidad. Tal vez sólo sería bueno que el fabricante reconsiderara su uso, pues no tiene caso espesar o aumentar el volumen de un producto como éste... ¿o será que nos están dando de chivo los tamales? Además, si persisten en su uso, al menos debería estar anunciado en la envoltura, en consideración a las personas que han decidido no consumir soya por cuestiones alérgicas.

Conlusiones.
Aunque podemos observar que los ingredientes de esta copia del Miguelito no pueden considerarse como altamente tóxicos, sí sería bueno que tanto el fabricante como nosotros reconsideraramos las ventajas de una golosina con una elaboración más simple, que haga incuestionable el efecto de sus ingredientes, a no ser que padezcamos de gastritis.
En lo personal, prefiero comprar o elaborar pulpa de tamarindo, mango o durazno enchilado... o elaborar en casa mi propia mezcla de azúcar, sal y chile piquín molido... ¿alguien gusta?
Estamos a la espera de que la Fábrica de Dulces Miguelito nos proporcione información al respecto de sus ingredientes, para poder hacer un adecuado comentario del producto original.

Otras referencias.
Lines in the Sand, en la columna Parenting at the Crossroads, de Eric Steinman, en la que habla sobre la toxicidad del dióxido de silicio.