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martes, 12 de enero de 2010

Ejercicio espiritual de los martes: la acción correcta.

Si el lunes se reflexiona sobre el habla, el martes es dedicado al hacer. Siendo el día de marte, conviene concentrar la atención en hacer lo correcto, pues es común que las acciones descuidadas terminen en pleitos y discusiones.

El ejercicio propuesto por Rudolf Steiner es el siguiente (traducido por mi):

"Acciones externas.
Éstas no deberían ser un motivo de preocupación para nuestros semejantes. Cuando la ocasión invita a nuestro ser interior a la acción, uno debe deliberar cuidadosamente cómo cumplir mejor con la ocasión -buscando el bien de la mayoría, la felicidad duradera del hombre, lo eterno.
Es cuando uno hace las cosas que surgen de la propia armonía y por iniciativa propia: es considerar más a fondo y de antemano el efecto de las propias acciones.
Ésto se llama: la acción correcta."

¿Haces lo que dicta tu impulso en automático, o piensas antes de actuar? ¿Qué opinión te merece éste ejercicio?

¡Hasta mañana!
:D

lunes, 11 de enero de 2010

Ejercicio espiritual de los lunes: la palabra correcta.

Ésta semana les presentaré los ejercicios que Rudolf Steiner propuso para realizar cada día de la semana. La intención es reflexionar sobre el propio hacer, observarlo y no permitir más el vivir "en pilóto automático", todo ésto con el propósito de alcanzar un mejor desarrollo espiritual.

El ejercicio para los lunes se llama "La Palabra Correcta", y me permito traducirlo como sigue:
"Hablar. Sólo lo que hace sentido y tiene significado debe salir de los labios de aquel que se esfuerza por lograr un desarrollo superior. Toda charla por el simple acto de charlar por charlar -por matar el tiempo- es dañino en éste sentido.
La conversación típica, es decir, una desarticulada mezcolanza de acotaciones, debe evitarse. Ésto no implica cerrarse a la relación con los semejantes; es justo en ése momento en que la charla debe ser guiada hacia algo más significativo. Uno debe adoptar un actitud meditabunda hacia cada discurso y responder tomando en cuenta todos los aspectos. Nunca hablar sin una causa -ser gratamente silencioso. Uno debe tratar de no hablar en exceso ni demasiado poco. Primero escuchar en silencio, y luego reflexionar sobre lo que se ha dicho.
A éste ejercicio se le llama: la palabra correcta"

¿Qué clase de reflexiones les provoca un texto así?

El texto original se puede encontrar en el sitio del Archivo Rudolf Steiner, bajo la liga "Day of the Week Exercises" (ojo porque cambia cada día para mostrar el ejercicio correspondiente).

¡Buen inicio de semana a todos!
:D

viernes, 17 de julio de 2009

La persecución de los sueños

No todas las personas obtienen sus sueños concedidos. Hay personas que incluso jamás se dan cuenta de que han soñado, o de si éstos sueños alguna vez siquiera se acercaron a la ventana de su mundo "real", para ser atisbados aunque fuese por accidente.

Hace unos segundos me entraron ganas de llorar, y aunque aún no percibo de dónde viene, si entiendo por qué. A mis casi 40 años hay una miriada de cosas que aún no he probado, que aún no he hecho o terminado, que aún no he resuelto... no les aburro, lo que típicamente conocemos con el cliché de la mediana edad.

Pero también me doy cuenta que estoy, hoy más que nunca, más allá de la mediocridad de simplemente lamentarme por el tiempo perdido y el otro poco que me queda (aunque uno nunca sabe...). Y tengo ésta certeza porque hoy he visto un sueño asomadito al marco de mi ventana.

Había rondado desde hacía unos días, y pensé que sólo iba de paso, como muchos otros pensamientos e imagenes que pasan por mi mente y no se quedan. Mi déficit de atención me ha hecho acostumbrarme a ésto, al grado de que ya ni siquiera me esfuerzo, en muchos de los casos, por recordar más tarde lo dicho o hecho. Pero ésto no sólo no se ha ido, sino que además ha comenzado a mover mi voluntad, mi sentimiento y mi cuerpo.

Hoy sueño con una casa natural, sencilla y hecha con nuestras propias manos, sembrada en un gran terreno donde podré caminar y contemplar la maravilla del Universo rodeada de hermosas hierbas, arbustos y árboles frutales criados de mi mano y de los que comerán mis hijos. Sueño y no pido mucho. Sólo quiero una vida más simple, con menos prisas y menos agobios económicos, en la que mi sustento realmente dependa de mi y no de un sistema que me obliga a hacer lo que otros quieren de mi, no lo que yo misma espero y deseo para mi.

Otros comparten mi sueño... les dejo una liga como muestra... yo quisiera una casa así.

Mientras tejo una casita para duendes, me despido... ¡buenas noches, buenos días a tod@s!

:D

(Amigos que leen ésto en Facebook, no dejen de hacer comentarios en El Blog de la Familia Natural, que es la fuente original. Los comentarios dejados en Facebook serán migrados al blog a menos que ustedes indiquen lo contrario... ¡gracias!)

domingo, 19 de abril de 2009

Celebrando la Pascua


No soy conocida precisamente por mis acercamientos a la Iglesia Católica. Sin embargo, la Celebración de Pascua en la escuela Waldorf de Guadalajara animó mi curiosidad sobre un festejo que, de primera impresión, me había dejado por años con un dejo de nausea por no ser más que una oda a las glorias comerciales norteamericanas.

Los símbolos
Para los que estudiamos comunicación no es extraño hablar de semiótica o de teoría narrativa. Si se me permite explicarme, los comunicólogos entendemos que dentro de una narración hay elementos simbólicos, normalmente intencionados por el autor. De este modo, al presentar en la historia un cierto personaje podemos estar simbolizando una emoción o una posición social, o una situación traumática, haciendo mucho más fácil hablar sobre ello.

Los símbolos del festejo más ancestral de Pascua son cuatro: la liebre, el huevo, el grano (semilla) y el cordero.

La liebre, según se dice en Europa, es capaz de atravesarse para recibir el ataque de un lebrel, protegiendo así a otro miembro de su comunidad. Así, es un excelente símbolo del sacrificio pascual, según la tradición cristiana. La cultura norteamericana se ha encargado de convertirlo en el personaje de la celebración, haciendo que se le convierta en objeto de consumo, más que en un símbolo para reflexionar.

El huevo es un símbolo pagano empleado en Europa y Asia para representar la fertilidad. Al convertir al catolicismo a éstas regiones los sacerdotes pensaron, como en América, que ayudaría a incorporar los elementos ya conocidos por los nativos. Así, el huevo se incorporó como símbolo ahora del renacimiento, del resurgir de la primavera (la vida) venciendo al invierno (la muerte). En muchos lugares se conservó la tradición pagana de decorarlos y obsequiarlos, de esconderlos y encontrarlos como modernos "talentos", o de hacerlos comestibles.

El grano es un símbolo ampliamente usado en la Biblia. Las semillas simbolizan el poder del Creador y la precisión de su Plan, al contener en un pequeño espacio una planta que sobrepasa por mucho su origen. También se usan para hablar de la dificultad para reconocer la buena semilla de la mala, hasta que germinan. En particular se emplea el trigo durante la Pascua, agregando así el simbolismo del pan de la última cena y, por ende, el cuerpo de Cristo.

Finalmente, el cordero es una traducción literal del sacrificio de Cristo en la cruz, pues se dejó capturar y matar sin ser él el responsable del pecado a expiar, como ocurría con un cordero para sacrificio. Éste símbolo es más común en las Primeras Comuniones

El análisis de los símbolos
Resulta inútil hablar con los niños menores de 7 años sobre los símbolos de la Pascua, pues lo más común como adultos es caer en explicaciones extensas y abstractas, incomprensibles para ellos. En cambio, la simple descripción de las características del símbolo da para reflexiones profundas. En nuestro festejo, por ejemplo, hubo frases como "la liebre se deja matar para salvar a otra" o "las semillas son increíbles... ¿puedes creer que adentro de ésta cosita hay un árbol de manzanas?", o incluso "lo importante no es lo que los huevitos tienen dentro, sino divertirnos encontrándolos y rompiéndolos para sacar el confeti".

Sólo con niños mayores de 7 años es que se puede comenzar con explicaciones breves sobre los símbolos, que no tendrán mayor profundidad hasta que lleguen a los 14, cuando el pensamiento lógico ya está desarrollado. Es entonces cuando podremos hablar sobre el profundo significado de la celebración, ya sin la necesidad del símbolo que auxilie a la comprensión.

Bienvenido el ecumenismo
A mis 38, aún no entiendo con claridad el significado profundo de la Pascua. Pero puedo entender, dado mi contexto de comunicóloga y maestra, que se puede acceder a esta comprensión de una mejor manera que la que a mí me tocó.

Hace unos días, explicando a mi papá los preparativos que hacíamos, él argumentó que la Pascua era una celebración más judía que católica. "Para nosotros, éste domingo es de Resurrección", dijo. Pero en el misal de este año aparece como Primer Domingo de Pascua. Me parece que la separación de cultos en éste caso degrada la experiencia pedagógica, pero sobre todo espiritual, de la celebración de Pascua.
En mi muy personal opinión, no es tan importante la forma de celebrar la Pascua, sino que quede en nuestros hijos esta impresión positiva. Así, año con año se familiarizarán con los símbolos e irán profundizando paulatinamente en su significado. En el caso de los católicos, este significado gira en torno a comprender el sacrificio de Jesucristo y sus implicaciones para los cristianos en general. Y si para ésto necesito esconder huevitos, sembrar semillas para que germinen, y contar historias de liebres heróicas a mis hijos de 3, 6 y 9 años... ¡pues adelante!

Y ustedes, ¿cómo celebraron la llegada de la Pascua?

Referencias
La pascua: Su Origen y Verdadero Significado
El origen de la Pascua cristiana
Pascua en la Wikipedia